La Ópera Nacional de Leópolis reabrió sus puertas -tras la invasión de Rusia a Ucrania, del 24 de febrero pasado- con una emotiva función, donde los bailarines representaron «Giselle» ante 300 personas.
El Teatro de Ópera y Ballet Solomiya Krushelnitska, también conocido como la Ópera de Leópolis, es el más importante y con más tradición en la ciudad, la sexta más grande Ucrania, ubicada a tan solo 70 kilómetros de la frontera con Polonia.
El edificio fue construido entre 1897 y 1900 bajo el diseño del arquitecto polaco Zygmunt Gorgolewski.
Antes de la guerra ofrecía regularmente un amplio y variado programa de ópera y ballet todo el año, en especial en verano.
En sus más de cien años de existencia no solo acogió un sinfín de renombrados compositores, cantantes y estrellas de ballet, sino que además vio innumerables óperas, operetas, conciertos y ballets, así como importantes obras dramáticas y hasta encuentros de mandatarios.
Cabe destacar que Leópolis es uno de los centros turísticos, culturales y educativos más importantes del país. De ahí la trascendencia de que la Ópera reabriera sus puertas con el espectáculo «Giselle».
La actividad cultural regresa lentamente en Ucrania
Tras dos meses de la invasión rusa: la ópera de Kiev acoge ya desde hace unos días conciertos y representaciones teatrales, algunas de ellas dirigidas exclusivamente a militares, y los cines de todo el país reabrieron sus puertas, aunque la afluencia de público es poca.
Los artistas y personal de producción del Teatro Nacional se siente orgullosos de trabajar, las funciones son gratuitas para los pocos asistentes que por ahora se animan a salir de sus refugios y entretenerse por un momento.
Las autoridades esperan que la presencia de espectadores aumente en las próximas semanas.
En lo que respecta a las salas de cines, también empezaron a activarse tanto en Kiev, la capital de Ucrania, como en otras dos ciudades: Leópolis y Nipro.